El sainete de la campaña electoral española de diciembre de 2015 ha llegado a su máximo surrealismo durante la noche del esperado cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Un debate que para empezar, se celebraba entre dos mientras toda la audiencia política observaba y analizaba la confrontación de cuatro contendientes.
Los titulares que lo contemplado le sugieren a este comentarista son los siguientes:
• El debate fue una riña entre un trilero de feria y un abuelo indignado
• Las encuestas sobre los debates no miden la victoria del encuentro sino la distribución electoral del momento
• El bronco Iglesias, autosacralizado como modelo de la buena educación
• Albert Rivera, un magnífico velocista empeñado en atarse la piernas a la puerta del vestuario antes de salir a la cancha
• Las televisiones españolas no son un modelo de imparcialidad pero sólo Pablo Iglesias tiene dentro de una de ellas a todo su comité de campaña